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CHUFESCO MANIFIESTO 1998

1998

Chufesco Manifiesto: La teogonía de los implicados

Carlos Mal Pacheco

·F·I·N·T·R·O·D·U·C·C·I·Ó·N·

"Omnia secundundum litem fiunt" decía Heráclito; no lo decía en latín, pero da lo mismo. Marx retomó esta sabia frase y concluyó que lo fúnico armonioso es el litigio continuo, y es, a mi ver, una grande verdad. Ergo, la Literatura es un sistema de sucesiones y reemplazos: del realismo al naturalismo [casi] no hay ruptura. Hasta las vanguardias obedecen a una sucesión darwiniana de corrientes literarias. Por eso El Club Chufa, es una institución literárquica que, en el panorama histórico-literario, ofrece lo mismo: la ausencia de una ruptura, la aceptación de la inexistencia de la originalidad, la sumisión por comodidad burguesa a un sistema político sostenido, la resignación ante una élite canonizada de escritores. Esceptiscismo del lenguaje, rasgos surrealísticos ancianos, verborrea decrépita (arcaísmos, cientificismos, invención arbitraria de palabras), los ultrareflexivos tres puntos finales (para añadir profundidad), juegos inútiles de negación y afirmación ("No diestro, sino no anti-inzurdo"), juegos formales que pasan por innovaciones, et caetera, son estas, y otras que mencionaré, las nada nuevas propuestas del Club Chufa, movimiento que refleja, más que decadencia, docilidad, gregarismo y ocio.


Pero cuidado: la mentira es arte.


·C·O·N·C·L·U·S·I·O·N·E·S·

El Club Chufa, siguiendo sus instintos imperialistas, piensa extenderse mediante cualquier medio. Una forma de engrandecer el Arte propio es destruir el arte de los demás, esto es un fundamento del Club. El Arte, es sabido, tiende a la autodestrucción, pero nosotros, como intelectuales improvisados, amamos el Arte; El Chufa le prolonga la vida, elitizándola o degradándola, según sea el caso. Si te identificaste con los términos del Chufesque y quieres formar parte de este movimiento, sigue las fáciles régulas y haz publicar tu texto, inmediatamente reconoceremos tu comunión con la Chufa y te contactaremos.Busca el directorio de miembros activos al fondo de este textecillo.

1. SOBRE EL MOVIMIENTO CHUFA

El Club Chufa es un movimiento literario que busca entre otros punctos —que aclararé líneas avante— la adaptación, nominalización y apropiación para nos de un aparato literario preexistente. Cabe aclarar que aunque se conçibió en Sonora, en Méjico, El Club Chufa nó es un movimiento regionalista, ni nacional-chauvinista, mucho menos americanístico; creemos en la contundencia de las fronteras como rayas de tigre viejo, pero somos escépticos de la geografía.

2. SOBRE LA LEGIÓN DE NOMBRES DEL CHUFESQUE

Bautizar un movimiento literario es necesario; ya bien lo dijo Paz: con el nombre el hombre afirma la existencia y a la vez los límites del objeto. El nombre de Chufa (o Chufla) se liga al referente inmediato del carácter lúdico del lenguaje, la literatura y nuestro movimiento: proviene, según el Sacro Diccionario de Autoridades, del árabe Xufa, que significa labio, pero también significa escarnio. El escarnio es el numen genérico de la experimentación que engendró al ultraísmo, dió luz a la vanguardia y parió al movimiento chufesco. Por su natura proteica, cambiante, El Club Chufa, no es asible, ni definible, pero es posible sujetarla institucionalizándola: para eso fue menester multinombrarla como:
—Chufa o el Club Chufa o Chufesque.
—La Teogonía de los Implicados.
—La Generación del 98 (por 1998) o Generación Perdida.
—La Generación Espontánea.
—Los Hijos del Ninja.
El lector y el crítico podrán clamar al movimiento con cualquiera de los sus nombres mencionados, tomando estos criterios de preferencia:
1. Llamar Chufa al movimiento en sí y a los recursos literarios;
2. llamar Chufesque al fenómeno literario como punto de referencia con otra literaturística
3. denominar La Teogonía de los Implicados a la mera actividad chufesco-literaria y al círculo de escritores de la Chufa en conjunto
4. llamar La Generación del 98 o Generación Perdida al grupo o al autor aislado, anteponiéndole, con buena intención, la palabra "miembro"
5. usar el término La Generación Espontánea con fines de lisonja o adulación servil;
6. llamar Hijos [o Fijos] del Ninja al grupo o individuo desligado momentáneamente de su quefacer literario.

3. SOBRE LOS MIEMBROS DE LA TEOGONÍA DE LOS IMPLICADOS

A los veintisiete días de un noviembre cercano al cumpleaños número mil novecientos noventa y ocho de Cristo, Eagle-Eye Fugo (a.k.a Fugo Medina), Carlos Mal Pacheco, Miguel López, y muy a sus pesares, Luis Lope Soto y Cecilia Catalán, —estudiantes de cierta carrera funiversitaria, de cuyo nombre no quiero acordarme—, fundaron por inspiración divina —o, en su defecto, por pura consecución de eventos conformes a natura— el Chufesque. Cada uno de los integrantes (o fragmentantes) de la Teogonía de los Implicados tiene una función prima, a saber:

Fugo Medina es el cuentista, patafísico y ensayista oficial, dada su capacidad de abstracción, absorción y absurdo.

Carlos Pacheco es el líder y cuentista oficial, dada su patología de fertilidad cuentística desmesurada y su amplia capacidad de plagio y artira.

—Ray Rojas, conocido también como Don Carnal, es el poeta oficial, por su sensibilidad auricular, su concisa [y lépera] brevedad, también porque es el único que ya dio su primer verso de lengua.

—Luis Lope es el místico del movimiento; con Fugo Medina es philósopho y verboso disquisidor, su actividad es poética; Mamá Natura lo dotó de una precisión necesaria para el movimiento y una tozudez fúnica.

—Cecilia Catalán se niega a ser miembro formal de La Generación Perdida. Es poeta, posee fuerza física, una habilidad carnavalizadora del personaje admirable y gran agudeza de emulación imitativa.

Fabulo de una integralidad relativa, porque el factor humano no es lo que constituye a la Chufa; es, más bien, una mancuerna metafísica tan complicada que mejor la evado; a más, ofrezco descanso a la mente de tanta cotufa con esta cantiga clerética.


4. CANTIGA SERRANA A MANERA DE RECESO PLAGIARESCO

Esta Chufa fremosa
gusta non a las moças;
ni siquiera es muestra,
*********************
siendo improvisada.

Este canto honesto
sobre el manifiesto
nunca trata asunto;
es fútil barrunto
de que esto se acaba.

Como van las cosas
tan ansí enfadoças,
esta mal cantiga,
agraz enemiga,
no nos llevó a nada.


5. SOBRE LA REGULAMENTACIÓN GENERAL

CONDUCTA LITERARIA

Puede parecer opresivo que un movimiento de fines del siglo XX, tenga que apegarse a régulas, pero la sumisión es importante para mantener nuestra cómoda posición burguesa. Las régulas son:

a) en narrativa: el escritor Chufa deberá hacer una simbiote, sincretesis, imbricación o mixtura de una construcción máximamente arcaica, mínimamente obsoleta con una estructura moderna, de Avant Garde o experimental-revolucionaroide.

Existen tres formas de cuento o novela ideal chufesca; una de ellas es la que se apoya o plagia las obras del absurdo o de cualquier otra vanguardia, acentuando el estanque literario en que estamos. La segunda es la parodia del texto clásico, moviéndose irregularmente en tiempo, espacio y jerarquías (el poeta Condorcanqui en un bar gay con Vaz de Camõens), o siguiendo reglas obsoletas: soneto de pie quebrado, octavas reales, verso aleixandrino, e.t.c... La tercera forma de texto es tomar un tema serio y degradarlo, por arte o por rencor al éxito del escritor plagiado. Cabe señalar que estas formas suelen darse (eso es bueno) en forma mixturizada.

Un término muy, muy muy muy importante en El Club Chufa es el Plagio (con mayúscula). El Plagio chufesco no es de la misma índole del plagio literario cotidiano; éste consiste en tomar el título, la idea, a veces los personajes, y otros factores para
1. acomodarlos de una manera que pareciera nueva o, más descaradamente,
2. tomar el texto completo y dejar todo igual.
La mentira, la artira, es un recurso, que, aparte del plagio, es elemental en el Club. Verbigracia, se puede falsear un epígrafe, citar a la persona equivocada, et caetera. Evidentemente, el Plagio cae dentro de este recurso, y todo improperio, injuria o aseveración precipitada hacia el movimiento podrá ser excusada con el argumento de Lévi Strauss: "el plagio es el numen de la literatura".

b) en poesía: esta debe ser considerada una plataforma de experimentación arbitraria, adarga e irreverente, tanto para el lector como para el poeta y el poema mismo. O como el clásico y humanista medio de desahogo de emociones; huidóbricamente, el poema debe hablar por sí mismo o, aún mejor, debe plagiar una voz fuerte preexistente).

c) en teatro: Debe ser la representación de la realidad tal como es: absurda, irreal, onírica, diversa, móvil, etc. Puede ser prosada o rimada, piezas ínfimas u obras irrealizablemente extensas: es menesteroso acotar imposibles, (v.gr: ACTOR UNO lanza fuego por la boca; VILLANO cae arrodillado, en llamas, y después, carbonizado, se despedaza en un alarido de rabia al impactar el suelo. Sus piezas se esparcen por todo el escenario y un millón de ángeles acuden al auxilio de su alma).

d) en ensayo: el ensayo deberá apegarse, primeramente al modelo que brinda este mismo manifiesto como texto; posteriormente deberá trasgredillo, cambiar las reglas y combinar sus elementos, después, falsear datos, amenizar el discurso con chufas, alterar el orden, y así ad infinitum.

e) en otros géneros: El Fijo del Ninja, puede incluso crear un género literario, o, aprovechándose de la ingenuidad de los críticos, fingir que lo ha creado.


6. ESTAMENTOS A FIJAR EN LA REALIDAD CULTURAL CONTEMPORÁNEA

La realidad es onírica.
Las palabras no sirven.
El sol gira alrededor de la tierra.
La "a" subyugará a la "i" y le robará su corona.
El retrato de Dante Alighieri es apócrifo, él tenía mostacho.
La visceralidad es una categoría epistemológica.
El eufemismo es el numen del lenguaje hablado.
Lorca le hacía los cuadros a Dalí.
Pizu-masti-lupi.
La tierra es óbola.
El amor no es bonito.
Dalí escribió los poemas de Lorca.
Canadá no existe.
Alatorre es omnipresente y omnisípido.
La tierra es pentagonal, con un lado para cada continente.
Carlos Fuentes es creación colectiva de los intelectuales mexicanos.
Un Campo Orgonótico nos rige.
La realidad es indeleble.

Hermosillo, 16 de diciembre, 1998.